
En la actualidad, millones de cristianos en todo el mundo siguen siendo perseguidos por su fe en Jesucristo. Lejos de mejorar, la situación se agrava día tras día. La violencia, las restricciones y la discriminación se intensifican en numerosos países, convirtiendo la simple profesión de fe en un acto de valentía.
Al contemplar el terrible sufrimiento al que se enfrentan los cristianos en los países de la Lista Mundial de la Persecución, resulta difícil mantener la esperanza. Nos sentimos impotentes ante una realidad tan abrumadora.
Sin embargo, la Biblia nos llama a ser compañeros tanto en las aflicciones como en la consolación. No estamos llamados a permanecer como espectadores pasivos del dolor ajeno, sino a unirnos en oración, en solidaridad y en acción con quienes sufren. Porque cuando un miembro del cuerpo de Cristo padece, todos padecemos con él; y cuando es consolado, todos nos alegramos.
«Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación»
2 Corintios 1:7
«Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación...»
2 Corintios 1:6
Es el elemento más importante de entre todas estas áreas de acción y la principal petición que recibimos de parte de nuestros hermanos perseguidos.
Como compañero de oración te comprometes a orar por nuestra familia perseguida y para ello te invitamos que hagas uso de nuestro calendario de oración.
Tus oraciones cuentan y marcan una diferencia real en sus vidas.
Como compañero de oración, escribe palabras de aliento, oraciones y lo que Dios ponga en tu corazón.
Tus palabras son un consuelo muy importante para la vida de los cristianos perseguidos. Les hacen saber que no están solos, que no nos hemos olvidado de ellos, que nos preocupa su situación y, sobre todo, que oramos por ellos.
Puedes escribirles pinchando aquí.
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Si estás en condiciones de hacer un donativo, por favor hazlo. Ayudarás a dar continuidad a los proyectos emprendidos a su favor como son: el proveerles Biblias, la capacitación en el liderazgo, programas de alfabetización, ayuda alimentaria y subsistencia, servicios de amparo, atención postraumática y la propugnación de los derechos y libertades religiosas.
No puedes ni imaginar cuánto ayudan a los hijos de Dios la oraciones de Su pueblo. ¡Súmate a la aventura! ¡Conviértete en un Compañero de Oración!
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