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Durante la guerra, nuestro trabajo con las comunidades de Oriente Próximo cambió. Tuvimos que ofrecer otro tipo de apoyo y comenzamos a satisfacer otras necesidades.
La comida y el refugio por sí solos no traen esperanza; brindarles atención postraumática, ayudarles a generar ingresos para satisfacer sus propias necesidades y apoyarles para encontrar un propósito en
la vida: eso trae esperanza.
Ofrecen discipulado, consuelo y atención postraumática. Sobre todo, ofrecen esperanza.
Tu apoyo puede ayudarnos a equipar más iglesias para que se conviertan en Centros de Esperanza para sus comunidades en Siria e Irak.
Si puedes, haz hoy un donativo o comprométete con una donación regular.
«Sin el centro de Esperanza sería un sintecho. Estaría hambriento y solo».
anwar, UN CREYENTE de SIRIA REPUDIADO POR SU FAMILIA DEBIDO A SU FE
¿Si te insultaran tus padres e incluso te amenazaran tus amigos con matarte? ¿Tendrías esperanza? La respuesta de Anwar es: «Mi esperanza está en Jesús».
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Hace 7 años que Sana no ha visto a sus hijos ni a su marido, todos ellos secuestrados por el ISIS.
CONOCE SU HISTORIA
La iglesia del pastor George ha estado con los cristianos durante la persecución, los conflictos armados y más recientemente, la COVID-19.
CONOCE SU HISTORIA
Con 55€ se podría proporcionar alimentos y ayuda médica a un creyente que lucha por sobrevivir.
Sé la voz de la Iglesia Perseguida y comparte su esperanza.
Al profundizar en nuestros informes es fácil dejarse llevar por las cifras; nos gustaría compartir algunas de ellas, ya que muestran el increíble impacto que ha tenido nuestro trabajo a través de nuestros colaboradores locales durante la guerra de Siria:
