Noticias 02 agosto 2023

Tus hermanos en Sudán te necesitan

Tras cuatro meses de guerra, la situación en el país africano es devastadora y muy peligrosa para el pueblo de Dios.

 

 

La guerra en Sudán ha entrado ya en su quinto mes, y nuestros colaboradores avisan que la situación no hace más que empeorar. Los combates se han cobrado ya al menos 3000 vidas, según el ministro de Sanidad sudanés, Haitham Mohamed Ibrahim. Por su parte, el secretario general de la ONU teme que Sudán esté cerca de una «guerra civil a gran escala».

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informa de que más de 3,3 millones de personas han sido desplazadas. Las agencias humanitarias internacionales y africanas están cada vez más preocupadas por la falta de recursos para asistir a estos millones de desplazados, ya que la ayuda disponible no siempre llega a quienes más la necesitan.

Sudán ocupa el puesto número 10 en la Lista Mundial de la Persecución 2023. Esto se traduce en que es un lugar increíblemente difícil en el que vivir para los seguidores de Jesús, incluso en tiempos de paz. Fikiru*, un colaborador de Puertas Abiertas, nos cuenta que ha recibido informes que muestran cómo más de 165 iglesias han cerrado durante el conflicto en Sudán, y al menos 15 han sido destruidas. Estas congregaciones también denuncian incumplimientos de los derechos humanos a diario, como violaciones, secuestro de niñas y saqueo de propiedades.

«La situación ha seguido deteriorándose, y el pueblo sudanés está sufriendo», afirma. «La guerra no parece que vaya a terminar pronto. De momento, el acuerdo de alto el fuego entre las partes enfrentadas no se mantiene. Lo que más nos preocupa es que no hay mejoras en la gestión de los derechos humanos ni voluntad de cesar las hostilidades por ninguna de las dos partes».

«Los cristianos de Sudán son especialmente vulnerables y están en la parte que más ataques recibe», confirma Fikiru. «Pedimos a las iglesias de todo el mundo que no se cansen ni se olviden de orar por la situación en Sudán. Sabemos que están ocurriendo muchas cosas terribles en todo el mundo, pero no os olvidéis de vuestros hermanos en Sudán».

«Los cristianos de Sudán son especialmente vulnerables».

Fikiru

El conflicto enfrenta a las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), dirigidas por el jefe Abdel Fattah al-Burhan, y al grupo paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), liderado por Mohamed Hamdan Dagalo, también conocido como Hemedti. Los dos bandos trabajaron juntos para derrocar al exdictador sudanés Omar Al-Bashir en 2019. Sin embargo, se desató una lucha de poder ante los planes de poner a la RSF bajo el mando de los militares.  

El conflicto comenzó en la capital, Jartum, pero ahora se ha extendido fuera de la ciudad. Independent Catholic News informa de que la violencia se ha extendido a los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul, lo que ha afectado a grandes comunidades cristianas ya de por sí vulnerables.  

«Todavía hay muchos cristianos en las zonas de guerra que no tienen medios para huir, que están sufriendo y a los que no podemos llegar», afirma Fikiru. «Esto es muy duro para nosotros; forman parte del Cuerpo de Cristo».  

Un atisbo de luz entre tanta oscuridad 

A pesar de todo, aún hay destellos de Dios actuando en medio del caos. Siete monjas católicas han acogido en la casa de su iglesia a las personas más vulnerables que no pueden huir, como niños, ancianos o personas con discapacidad y enfermedades. A todos ellos les están ofreciendo un lugar seguro donde esconderse, comida y las pocas medicinas que tienen.  

Otro contacto local sobre el terreno que se ha instalado con su familia en la iglesia de las monjas recuerda que, una noche, los niños allí escondidos preguntaron a las monjas si podían unirse a ellas en sus oraciones. «Estaba todo oscuro, ya que el barrio lleva meses sin electricidad», relata. «Todos se reunieron y oraron por la paz en Sudán». 

¡Qué hermoso testimonio de la paz sobrenatural de Dios en medio de una zona de guerra! Así podemos comprobar cómo Jesús ha mostrado su presencia y provisión.   

«[Las monjas] proporcionan agua del pozo, porque en muchos lugares se han secado desde que empezó la guerra», explica. «También tienen un generador que comparten durante una hora todos los días para que algunos de nosotros podamos cargar nuestros teléfonos».  

Una de las monjas le confesó a nuestro colaborador que se sentía un llamado no sólo como mensajera sino como misionera, defendiendo una visión muy firme: «Por eso vivimos con los sudaneses, sean cristianos o no, en tiempos alegres y en tiempos dolorosos».  

En esta ocasión, se trata de una época triste para los dos millones de seguidores de Jesús que hay en Sudán según los cálculos de Puertas Abiertas. En medio de este ya complicado conflicto, hay informes de Reuters que avisan de la unión a la lucha por parte de fundamentalistas musulmanes, poniendo aún más en peligro a estos creyentes.   

Fikiru confirma estos reportes. «Nuestros contactos en el país nos han indicado que [los extremistas islámicos] piden públicamente a los ciudadanos que se unan al ejército nacional sudanés en la lucha contra la RSF», afirma. «Otras fuentes también mencionan que algunos de estos [militantes] o grupos parapoliciales son antiguos miembros del partido y del [aparato] de seguridad de Al-Bashir».
 

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ORA

Ora por las personas vulnerables en Sudán. Que Dios les provea y dé consuelo.
Ora por los creyentes atrapados en la capital de Jartum, para que tengan acceso a las necesidades básicas.
Ora por la seguridad de las mujeres cristianas, ya que los informes de secuestros y violencia sexual van en aumento.

UNA ORACIÓN POR SUDÁN
 

Dios, no tengo las respuestas sobre por qué tu pueblo está sufriendo tanto en Sudán. Pero te pido que estés con ellos en su dolor y que les muestres esperanza, como sólo tú puedes hacerlo. Amén.