Reflexiones 07 mayo 2022

Triunfo en medio del dolor

¿Cuál sería tu momento oscuro en el que viste la mano de Dios alzarse sobre tu vida?

 

 

En uno de los antiguos libros escritos por el predicador escocés G. Matheson, quien era ciego, nos encontraremos con una serie de las verdades más alentadoras en las que cada creyente debería reflexionar:

«Hay un porvenir cuando lo que ahora constituye tu dolor, será tu gloria. ¡Nada más triste para Jacob que la tierra sobre la que dormía con una piedra como almohada! Era la hora de su pobreza. Era su noche más oscura. Era el momento de ausencia de su Dios. El Señor estaba allí y él no lo sabía. Despertado de su sueño, descubrió que el día de su prueba era la aurora de su triunfo».

Ante la pregunta: «¿Cuándo empezó tu prosperidad y bendición en el Señor?» Creo que millones y millones de creyentes de todas las generaciones nos responderían con palabras similares con las que Jacob lo haría: «Comenzó en el frío suelo donde una noche dormí».

Pero si extendiéramos la misma pregunta a todos los prominentes personajes bíblicos, ¡Hallaríamos de nuevo la misma clase de respuesta!

Abraham te respondería que camino hacia el monte Moria, donde debía sacrificar a su hijo. José de Egipto te referenciaría al peor momento de su encarcelamiento. Moisés podría mirar a la canasta sobre el Nilo y aún a sus 40 años de destierro. Rut recordará el arduo y desesperado trabajo en la mies. David respondería que los difíciles años de huida y ocultamiento como fugitivo de Saúl. Pregunta al apóstol Juan y te dirá que su estancia en la isla de Patmos.

¿Cuál sería tu momento oscuro en el que viste la mano de Dios alzarse sobre tu vida para darte el pronto auxilio que necesitabas y comenzar como nos relata el predicador, «la aurora de tu triunfo»?

Preguntémosle a cada creyente que sufre intensamente por Jesús y te responderá lo mismo.

Dhea, una creyente de un país de Asia Central conoció a Cristo en una situación realmente lamentable. Había sido violada por un prominente hombre de su ciudad y, además, azotada y encarcelada por ello. Más tarde, en prisión recibió una Biblia de manos de un misionero y aunque se sintió tentada a quemarla, tras comenzar a leerla, comprendió que Jesús era su salvador. Quizá en el momento más difícil y vulnerable de su reciente fe, Dhea tuvo un sueño que transformaría su vida para siempre:

«Estaba en un lugar muy oscuro mientras una luz venía hacia mí. Empecé a caminar hacia ella; la luz era cada vez más grande. Me di cuenta de que había una puerta delante de mí. Entré y todo el lugar se llenó de luz. Una luz como nunca había visto. En aquel momento, sentí una mano sobre mi cabeza y una voz que me decía: “A partir de hoy estaré contigo. Nunca te dejaré”».

Si por último, preguntáramos al que habló estas palabras a Dhea, al mismo Hijo de Dios, cuándo es que realmente comenzó a reinar sobre el mundo, de seguro nos respondería: «Cuando estuve en el frío huerto de Getsemaní, allí recibí mi cetro».

 

Conoce a Dhea
Descubre la historia de Dhea y mira el vídeo sobre ella así como otras historias de Asia Central.
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