
Tras dejar el islam para seguir a Jesús en Egipto, Adam y Dina fueron amenazados de muerte por su propia familia y tuvieron que huir.
Hoy viven en la clandestinidad y dependen de la Iglesia para sobrevivir.
«Nos llamó infieles y traidores. Nunca le había visto tan lleno de odio. Incluso dijo que merecíamos que nos mataran y nos amenazó con hacernos daño si nos quedábamos en el pueblo»
Gracias al apoyo de una iglesia colaboradora de Puertas Abiertas, Adam recibió un triciclo de carga motorizado para ganarse la vida, y la pareja encontró un lugar seguro donde alojarse. A pesar del peligro constante y de vivir con miedo, Adam y Dina se sienten fortalecidos por su fe y por el acompañamiento que reciben de la comunidad de Puertas Abiertas.
➡️ Conoce a los cristianos clandestinos en la campaña #RevelaLaEsperanza: puertasabiertas.org/revela.
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