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Un pastor paquistaní fue asesinado y otro resultó herido el domingo en un atentado frente a su iglesia en el noroeste de Peshawar.
Los dos pastores salían de la iglesia de Shaheedan-e- all Saints, donde habían dirigido el culto del domingo por la mañana, cuando dos hombres en moto se acercaron a su coche. Dispararon al reverendo William Siraj en la cabeza, matándolo en el acto. Su compañero, el reverendo Patrick Naeem, resultó herido y fue trasladado a un hospital cercano para ser atendido.
Nadie ha reivindicado aún la autoría del atentado y se está llevando a cabo una búsqueda de los dos asesinos.
El atentado tuvo lugar en el exterior de una iglesia creada en memoria del doble atentado suicida contra la iglesia de Todos los Santos en septiembre de 2013, en el que murieron 127 miembros y más de 250 resultaron heridos. Una rama de Tehrik-e-Talibán Pakistán, o TTP, rama pakistaní de los talibanes, reivindicó la autoría del atentado.
Entre los que murieron ese día estaba el yerno del reverendo Siraj. Desde entonces, vivía y mantenía a su hija que quedó viuda. «Era un hombre muy humilde y piadoso, todos le respetábamos y le queríamos. Nos quería mucho», dijo a World Watch Monitor un miembro de la iglesia visiblemente emocionado.
Según Reuters, las imágenes de televisión mostraron a personas que llevaban el cuerpo de Siraj desde el coche a una casa cercana mientras cantaban Viva Jesucristo.
El obispo Azad Marshall, líder de la Iglesia de Pakistán, una unión de iglesias protestantes del país condenó los asesinatos en un tuit, en el que pedía «justicia y protección para los cristianos por parte del gobierno de Pakistán».
En una declaración, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, Hina Jilani, también exigió más medidas para la protección de los cristianos y otras minorías en Pakistán «cuyo derecho a la vida y a la seguridad de la persona sigue estando bajo constante amenaza», según la cita de Associated Press.
Aunque no hubo amenazas a los clérigos o a la iglesia antes del ataque del domingo, la forma en que se llevó a cabo «sugiere un ataque deliberado y planificado; un acto diseñado para intimidar, desafiar y amenazar a quienes ofrecen derechos, protección y libertades a las minorías cristianas en Pakistán», dijo a WWM una fuente local, que deseaba permanecer en el anonimato por razones de seguridad.
Los ataques a líderes, iglesias y cristianos no son nada nuevo en Pakistán, de mayoría musulmana. Esta minoría (2%) se enfrenta a violaciones de la libertad religiosa en diferentes grados, desde la discriminación en la educación y el lugar de trabajo hasta los ataques violentos.
La ley de blasfemia del país es una herramienta que se utiliza regularmente, a menudo para ajustar cuentas entre individuos. La ley es políticamente volátil, como ilustran las amenazas y protestas a nivel nacional durante el proceso judicial contra Asia Bibi, la mujer católica que fue absuelta de blasfemia en 2019.
Peshawar está cerca de la frontera con Afganistán y, como informó France24, desde agosto, la región ha visto un aumento de los ataques del TTP claramente envalentonado por la toma de posesión de los talibanes en Afganistán.
La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán ha provocado un éxodo de refugiados que esperan encontrar seguridad en países vecinos como Pakistán. «Hemos visto a miles de refugiados llegar a las principales ciudades paquistaníes, como Peshawar y Quetta», dijo una fuente local, que también quiso permanecer en el anonimato por razones de seguridad. «Las ciudades son incapaces de hacer frente a tal afluencia; la gente se enfrenta no sólo a la inflación sino también a la falta de vivienda y al hambre. Desgraciadamente, hemos sido testigo del aumento de intentos de asesinato de familias de los barrios cristianos, de las conversiones forzadas y de los atentados. Hoy [domingo 30 de enero] ha sido un ejemplo más de este tipo de violencia».
Pakistán ocupa el octavo lugar de los 50 países en los que es más difícil ser cristiano según la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas, pero en lo que respecta a los cristianos locales, bien podría encabezar la lista en conjunto debido a su proximidad con Afganistán, que ocupa el primer lugar. Este país ascendió al primer puesto por primera vez este año, después de haber estado durante muchos años en la segunda posición, tras Corea del Norte.
«El panorama religioso de Pakistán y la degeneración social que se está produciendo no puede aislarse y distraerse del de Afganistán», dijo la fuente local. «Pakistán puede mostrar una cara moderada, pero su corazón es cada vez más extremista y quiere abrazar una forma de islam en la que la madrasa (escuela islámica) es la forma de educarse, con el Corán como libro de texto por excelencia». En los últimos meses, el gobierno ha ordenado a las escuelas públicas que apliquen cambios centrados en la religión, como la obligatoriedad de las oraciones de la tarde y la recitación del Corán durante las asambleas matinales.
En junio de 2014, tras los atentados de 2013, el tribunal supremo de Pakistán emitió una lista de instrucciones para que el gobierno protegiera a las minorías del país, como la elaboración de «planes de estudio adecuados para los niveles de educación primaria, secundaria y terciaria que promuevan la armonía religiosa y la tolerancia». Sin embargo, una investigación realizada en 2020 por el Centro para la Justicia Social, con sede en Lahore, demostró que las minorías religiosas seguían siendo invisibles o despreciadas en los libros de texto escolares de Pakistán.
«¿Dónde deja esto a los niños de las minorías?», dijo la fuente local. «La respuesta es sencilla: en una cola para obtener un visado, esperando salir de Pakistán y encontrar esperanza y futuro en una tierra extranjera».
Señor, te doy gracias por la iglesia de Pakistán, por su audacia y valentía para proclamar las Buenas Noticias a pesar del precio que tienen que pagar por ello. Te pido que estés con las familias afectadas por este ataque, especialmente la del pastor asesinado, para que no se alejen de ti y que tu consuelo los acompañe. También te pido que des sabiduría y recursos a las autoridades para atrapar a los culpables y llevarlos ante la justicia. Amén.
