Era una tarde soleada del viernes 22 de marzo de 2024. Dudul es un adolescente bangladeshí que caminaba hacia unos campos de maíz para comprobar la cosecha de su familia.
De repente, una turba de jóvenes extremistas musulmanes lo agarró y lo arrastró hasta un dirigente político local. Estos radicales ataron al pequeño de 15 años a un árbol y lo desnudaron. Nadie detuvo lo que estaba ocurriendo; en lugar de eso, los más curiosos empezaron a acercarse para hacer vídeos y fotos.
El líder político de Bangladés al que llevaron a Dudul es el mismo que ha dirigido múltiples turbas contra la familia del adolescente en el pueblo donde viven porque se convirtieron del islam al cristianismo.
Han pasado cuatro años desde su conversión y, durante ese tiempo, la familia ha sido objeto habitual de todo tipo de abusos y violencia. Varios vecinos extremistas y miembros de la comunidad musulmana se han burlado de ellos, los han aislado, avergonzado públicamente y herido físicamente. Dudul y su familia se mantienen firmes en su fe en Jesús, pero los abusos continúan, hasta este punto del mes pasado en que el pequeño acabó desnudo y atado a un árbol.
Mientras permanecía allí desamparado, la turba extremista comenzó a acusar falsamente al joven cristiano de haber robado una cabra a un musulmán, tratando de justificar su ataque. Estos atacantes lo habían planeado todo; había una cabra adulta y una cría atadas al mismo árbol al que estaba atado Dudul, sembrando pruebas falsas para cualquiera que pasara por ahí.
Bajo las órdenes del político local, la turba empezó a golpear brutalmente a Dudul. El líder también animó a los ciudadanos que pasaban por allí a grabar el «castigo». Ninguna súplica pudo detener a esta turba. Los vídeos y las fotos se publicaron inmediatamente en las redes sociales y se hicieron virales en el pueblo.
Los padres de Dudul denunciaron a los perseguidores y la policía local comprobó la veracidad del incidente tras visitar el lugar y entrevistar tanto a los testigos como a la víctima. Dudul fue trasladado de urgencia a una clínica local, pero tuvo que ser llevado a otro hospital porque los agresores amenazaron a esta familia de cristianos con quejarse a la policía local. La turba también amenazó a los médicos, obligándoles a no aportar ninguna prueba de la persecución.
El cuerpo de Dudul estaba lleno de magulladuras y heridas. Se encontraba físicamente muy débil, mentalmente frustrado y traumatizado tras tanta violencia.
Cuando se enteraron de lo que le había ocurrido al joven de 15 años, los colaboradores locales de Puertas Abiertas enviaron ayuda inmediata para el tratamiento de Dudul. También le han visitado en el hospital y seguirán apoyándole para que reciba tratamiento. Y, por supuesto, han estado orando por él, y ahora nos piden que hagamos lo mismo.
Señor, cura todas las heridas del pequeño Dudul, tanto a nivel físico como mental y espiritual. Haz que te sienta muy cerca, y aviva su fe y la de sus padres, para que no se aparten de ti a pesar de ser minoría en Bangladés. Toca los corazones y las mentes de las autoridades locales para que sean parciales y respondan con firmeza ante la persecución hacia los cristianos. Te pido por toda la Iglesia de Bangladés, para que no dejen la fe ante estas amenazas y que tú los proveas de lugares y comunidades de personas con las que crecer en la fe. Amén.