Hace más de un año que estalló una brutal guerra civil en Sudán. Los organismos de ayuda internacional advierten sobre una hambruna masiva en el país africano. Millones de personas están siendo obligadas a desplazarse.
Y los cristianos aseguran sentirse completamente olvidados.
«Sudán alberga el mayor desplazamiento del mundo – con casi 9 millones de personas huyendo – y se enfrenta a la mayor crisis de alimentos en el mundo; sin embargo, no está recibiendo la atención y respuesta que debería, si se compara con otras crisis», denuncia Illia Djadi, analista de Puertas Abiertas sobre la Libertad de Religión o Creencia en África Subsahariana.
Cuando Djadi visitó la región a principios de verano, se reunió con varios líderes de la Iglesia local, los cuales reconocieron «sentirse olvidados». «La situación se deteriora más cada día y no hay respuesta del resto del mundo», avisa Djadi. «Existe un fuerte sentimiento de abandono».
El conflicto comenzó en abril de 2023 entre dos facciones militares: las fuerzas armadas «oficiales» de la nación contra un grupo paramilitar formalmente aliado con el ejército. Así se desató una violenta lucha por el poder que ha horrorizado al mundo. El Dr. Christos Christou, presidente internacional de Médicos sin Fronteras, señala lo siguiente: «Sudán está sufriendo una de las peores crisis que el mundo ha visto en décadas». Se teme, incluso, que se produzca un genocidio, un eco de la impactante violencia que asoló la región de Darfur a mediados de la década de los años 2000.
«La situación se deteriora más cada día y no hay respuesta del resto del mundo. Existe un fuerte sentimiento de abandono»
Illia Djadi, analista de Puertas Abiertas en África Subsahariana
La situación es especialmente grave para los cristianos sudaneses. Vivir en un país en su mayoría musulmán que ocupa el puesto número 8 en la Lista Mundial de la Persecución 2024 de Puertas Abiertas ya es difícil de por sí; pero la violencia ha añadido un grado de peligrosidad adicional. «No hay seguridad ni protección», avisa Djadi. «Ni de las partes enfrentadas, ni de los oportunistas que utilizan esta situación para sus propios intereses. Los cristianos y las iglesias han sido atacados con total impunidad».
Hasta la fecha, más de 150 iglesias han sido dañadas o destruidas, algunas de ellas como objetivos concretos y otras como consecuencia de la violencia imperante. Los cristianos son obligados a abandonar sus hogares y, como resultado, pierden el contacto con otros miembros de la pequeña comunidad cristiana.
La mayoría de estos desplazados ha huido a otras zonas de Sudán. Para estos, el riesgo «continúa siendo alto», afirma Rachel Morley, investigadora de Puertas Abiertas. «Mientras que algunos refugiados fuera del país se alejan del peligro inmediato y encuentran asilo en lugares donde reciben cierto nivel de protección [internacional], los desplazados locales no lo tienen», afirma. «Están menos protegidos y siguen corriendo un riesgo mayor, porque permanecen en un entorno peligroso».
Para los cristianos, su fe es una vulnerabilidad más. Incluso allí donde encuentran cobijo, pueden sufrir discriminación por parte de quienes los rodean, o ser desatendidos cuando se distribuye la ayuda humanitaria. Como consecuencia, gran parte de la Iglesia sudanesa está huyendo y es incapaz de proveer para su pueblo.
Los líderes cristianos están atemorizados por a los extremistas islámicos que utilizan la inseguridad para regresar al poder y restaurar la Ley Islámica. Hasta 2019, Sudán estuvo bajo el gobierno totalitario de Omar-Al-Bashir, el mismo que controló un régimen de 30 años en el cual se vio un enorme crecimiento de radicalismo islámico. Cuando Al-Bashir fue derrocado en 2019, se abolieron algunas de las leyes que señalaban a los cristianos; sin embargo, la mayoría de los sudaneses recuerdan cómo era seguir a Jesús en el entorno opresivo de Al-Bashir.
Según un informe reciente, África Subsahariana es la región del mundo con el mayor número de personas que han huido de sus hogares y comunidades a causa de la violencia y los conflictos. Mientras que Sudán y la República Democrática del Congo suman 16 millones de desplazados locales, países como Burkina Faso y Níger también han experimentado un crecimiento de personas desplazadas.
Esta es, en parte, la razón por la que Puertas Abiertas ha iniciado la campaña Levántate África con la que pretende llamar la atención sobre la terrible violencia que afecta a los cristianos de todo el continente. Sudán es otro puesto de avanzada en África Subsahariana donde los cristianos lo arriesgan todo para vivir su fe.
No debemos olvidar a nuestros hermanos de Sudán que están atrapados entre la violencia y, además, a causa de su fe. Como siempre, lo más importante que podemos hacer es orar.
*Nombre cambiado por motivos de seguridad.
Señor, es horrible pensar en todos mis hermanos que están sufriendo de tantas formas por todo África Subsahariana en general y en Sudán particularmente. Te pido por toda la Iglesia del país, para que tú les protejas, les hagas llegar la ayuda necesaria y, sobre todo, que sepan que no están solos. Levanta más oraciones y apoyos por ellos, y detén esta violencia tan terrible. En el nombre de Jesús te lo pido con urgencia, Padre. Amén.