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En Irán, los cristianos viven sometidos a la arbitrariedad de la justicia gubernamental. Recientemente, celebramos el indulto de un pastor de una iglesia en casa que cumplía una larga condena en la prisión de Evin. Sin embargo, ese mismo día, otro pastor de una iglesia en casa fue encerrado en ese mismo lugar para cumplir una condena de 10 años por los mismo cargos.
Tras poco más de un año en esta prisión de Teherán, el pastor armenio-iraní Joseph Shahbazian (59 años) ha sido indultado y puesto en libertad, según informa Article 18.
El año pasado, se le impuso una condena de una década en prisión por celebrar servicios religiosos en su casa. En mayo de este mismo año, se le redujo la pena a dos años tras un nuevo juicio en el que un tribunal de apelación no encontró «pruebas suficientes para determinar la pena máxima para grupos que amenazan la seguridad nacional».
Joseph solicitó entonces cumplir el resto de esta condena en casa con un chip electrónico. Pero, el pasado 13 de septiembre, se le informó de que había sido indultado y podía volver con su familia, incluido su primera nieta: una niña de 9 meses nacida mientras él estaba en la cárcel.
El coste económico, emocional y físico de su detención y encarcelamiento ha sido muy elevado.
Aunque este hermano iraní y su familia están encantados de que haya vuelto a casa, el coste económico, emocional y físico de su detención y encarcelamiento ha sido muy elevado. Ha tenido que pagar 100.000 dólares de fianza y ahora se encuentra en una condición física deplorable.
Durante sus 13 meses en prisión, Joseph estuvo enfermo y sin posibilidad de obtener atención médica. Artículo 18 revela que este hermano descubrió «de casualidad» que los funcionarios de la prisión sospechaban que padecía una enfermedad grave. De hecho, no se sabe si su estado físico fue lo que motivó el indulto.
Al parecer, el cumplimiento de más de un tercio de su condena reducida le hacía merecedor de la libertad condicional. Pero al solicitarla, se comprometía a no organizar ni albergar reuniones de iglesias en casas con cristianos conversos. Así que, como muchos creyentes que han sacrificado sus vidas para hablar a otros de Jesús, Joseph se negó. Por ello, no esperaba que el 13 de septiembre lo indultaran y pudiera salir de la cárcel.
Otro afectado por esta incertidumbre con la que conviven los cristianos de Irán fue Anooshavan Avedian. Este pastor iraní-armenio de 61 años no esperaba ir a la prisión de Evin aquel mismo día. Mientras Joseph salía de su pesadilla, Anooshavan entraba en la suya para cumplir la condena de 10 años que recibió hace más de un año. Al igual que Joseph, este otro hermano también dirigía una reunión privada de cristianos en su casa del noreste de Teherán cuando 30 agentes la asaltaron.
En Irán, las iglesias que ofrecen servicios en lengua persa han sido clausuradas durante los últimos 15 años, y las reuniones privadas de culto en los hogares -iglesias en casa- no están permitidas al estar proscritas por las autoridades iraníes.
Mientras Joseph salía de su pesadilla, Anooshavan entraba en la suya.
Desde su condena, Anooshavan se ha pasado el último año preguntándose con mucha preocupación cuándo llamarían a la puerta las autoridades para llevárselo a prisión. Y al final lo hicieron: los agentes amenazaron a este pastor con esposarlo por la fuerza si se negaba a presentarse por su cuenta.
Anooshavan ha ingresado en la prisión de Evin por los mismos cargos por los que Joseph Shahbazian fue indultado ese mismo día, lo que ilustra la incertidumbre con la que los cristianos de Irán deben vivir constantemente mientras siguen a Jesús en un país donde el islam domina todas las esferas de la vida. Nuestra familia iraní necesita nuestras oraciones y apoyos de manera constante, ya que los miembros de cualquier otra fe son inmediatamente tratados como grupos enemigos.
Recibe las últimas noticias en tu móvil. Suscríbete a nuestro canal de Telegram.Señor, te doy las gracias por todos mis valientes hermanos en Irán que entregan su propia libertad y hasta su cuerpo por ti. Te pido que fortalezcas y bendigas a estos dos pastores. Sana física y espiritualmente a Joseph, y acompaña ahora a Anooshavan en su etapa en prisión, para que pueda sentirte cerca y ser de luz en medio de la oscuridad. Haz con tu poder que disminuya el acoso por las autoridades del país hacia los cristianos, y extiende tu Iglesia a través de las casas de todos los creyentes allí. Amén.
