Escasez de alimentos en Corea del Norte

La época de la siembra está llegando a su fin en Corea del Norte (el arroz, que es su principal fuente de alimento, se planta a finales de primavera y comienzos de verano) y se están filtrando informes sobre la grave situación alimentaria del país. Aunque el frío invernal haya terminado, el país se enfrenta a una escasez de alimentos debido al agotamiento de las provisiones.

Ante esto, el Gobierno norcoreano ha lanzado una «campaña de movilización rural» mediante la cual ha «pedido» a los soldados y a los civiles que no se dedican a la agricultura que trabajen en el campo, en un intento de reabastecer las reservas de alimentos. En realidad, esta campaña es una orden y negarse a participar en ella no está permitido.

Este año, cada vez hay más personas que se niegan a participar en la campaña de movilización, según DailyNK . El trabajo en el campo suele ser muy duro y entraña largas horas de trabajo, a menudo con el estómago vacío. Falta mano de obra en las granjas y, según informa DailyNK, muchas personas intentan evitar el trabajo, a pesar de que las autoridades norcoreanas han establecido puntos de control para detener a aquellos que se nieguen a participar en la campaña.

Sin embargo, muchos norcoreanos deciden arriesgarse. Están demasiado hambrientos y no reciben alimentos ni en las granjas ni en sus comunidades. A cada ciudadano norcoreano se le asigna una unidad comunitaria que vigila a sus miembros, difunde propaganda y distribuye cupones de alimentos.

Un informe de la BBC muestra claramente lo terrible que es la situación en Corea del Norte ahora mismo. Una mujer de Pyongyang contó a la BBC que fue a ver cómo estaban sus vecinos: «Llamamos a la puerta para darles agua, pero nadie respondía». Sus vecinos habían muerto de hambre en casa. El artículo también menciona que las fronteras siguen cerradas desde 2020, cuando se cerraron por el COVID. Como consecuencia, aquellos que intentan llegar a China, para obtener alimentos y ayuda, se enfrentan a más restricciones todavía.

Mientras tanto, el precio de los alimentos se ha disparado. Ahora un kilogramo de arroz cuesta más de 5000 wones, el equivalente a unos 5,50 euros. Un kilogramo de maíz cuesta unos 3 euros. Si tenemos en cuenta que el salario medio en Corea del Norte es de 5000-1000 wones al mes, podemos hacernos una idea de lo terrible que es esta crisis. Sobrevivir con raciones tan escasas es verdaderamente difícil.

El Gobierno norcoreano ha anunciado que está importando más arroz de otros países, pero muchos de sus ciudadanos no se están beneficiando de ello. «Debido a la escasez de comida en Corea del Norte, el Gobierno está importando mucha comida de China», explica el hermano Simon Lee*, el coordinador de Puertas Abiertas en Corea del Norte. «Según las últimas noticias de los creyentes norcoreanos, la comida importada fue distribuida principalmente entre los altos funcionarios del Gobierno, y después entre los soldados. Solo una pequeña cantidad llegó al mercado para el pueblo llano. Por eso sigue habiendo hambruna por todo el país».

Para los cristianos de Corea del Norte, esta realidad se suma a la horrible experiencia de ser perseguidos por seguir a Jesús. Este país ocupa el primer puesto de la LMP de 2023; es el lugar más difícil del mundo donde ser cristiano. Allí, un cristiano puede ser detenido, encarcelado e, incluso, ejecutado de inmediato. A esto se le suma la presión diaria de la escasez de alimentos y la amenaza de las campañas de movilización, haciendo que la vida sea muy difícil de soportar.

Puertas Abiertas está apoyando a los cristianos de Corea del Norte a través de las redes secretas que tenemos en China. Los cristianos que consiguen cruzar las fronteras, aun cuando las restricciones son mayores, encuentran comida y ayuda. Nuestras casas de refugio tienen capacidad para cerca de 100 personas y, gracias a tu apoyo, podemos ayudar a aquellos que se están desplazando —y también a aquellos que vuelven a Corea del Norte para continuar siendo la sal y la luz de Jesús.

Es evidente que esta ayuda que brindamos es mínima ante una crisis alimentaria de tal envergadura. Pero el hermano Simon afirma que Dios siempre encuentra maneras de mostrar su misericordia y su gracia a través de Su pueblo en Corea del Norte. «Hemos escuchado historias tan inspiradoras de creyentes norcoreanos que están ayudando a sus vecinos, compartiendo comida, medicinas y otros recursos, a pesar de no tener suficiente para ellos mismos», dice el hermano Simon. «Los creyentes clandestinos están poniendo en práctica el amor de Dios entre bastidores y nos agradecen nuestra ayuda y nuestras oraciones. Toda la gloria es para Dios, quien está alimentando a sus hijos en estos tiempos tan terribles de hambruna y pobreza».

El hermano Simon también nos pide que acompañemos a los cristianos norcoreanos con la oración. «Los creyentes de la Iglesia clandestina piden muchas oraciones, para poder estos tiempos tan difíciles», dice Simon. «Ora por ellos y por nuestro ministerio, por favor».