Noticias 10 junio 2024

10 años de la toma de Mosul por ISIS

En el décimo aniversario de esta invasión de Estado Islámico en Irak, recordamos a los cristianos que siguen sufriendo por su fe, desplazados y luchando 

 

 

El 10 de junio de 2014 quedará grabado a fuego en los corazones y las mentes de los millones de residentes en Irak.  

Justamente hoy se cumplen diez años desde que Estado Islámico (conocido entonces como ISIS) logró hacerse con el control de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak y hogar de una importante minoría cristiana. Millones de personas huyeron del grupo terrorista, entre ellas 10 000 cristianos. Los seguidores de Jesús sabían que serían un objetivo destacado, ya que la interpretación radical del islam por parte del ISIS no deja espacio para ninguna otra religión.  

Los cristianos que se quedaron afrontaron una terrible disyuntiva: renegar de Jesús y convertirse al islam, pagar la jizya (impuestos), marcharse rápidamente sin llevarse sus posesiones o ser asesinados. Los hogares de estos creyentes fueron marcados con la letra 'N', (ن) de «Nasrani». En árabe, el Corán utiliza este término para referirse a los cristianos.  

Las casas y las iglesias pronto pasaron a ser propiedad del ISIS.  

Antes de 2003, cuando fue derrocado el antiguo caudillo de Irak, Sadam Husein, vivían en Mosul unos 50 000 cristianos. Pero estos creyentes habían ido abandonando la ciudad a causa de la persecución, la intimidación y los asesinatos. Así, el ataque del ISIS en 2014 fue el último empujón para obligar al remanente cristiano a abandonar la ciudad.  

Diez años después, el ISIS ha sido expulsado de Mosul... pero sólo unas pocas docenas de cristianos han regresado. Es un triste recordatorio de lo mucho que se ha perdido en Irak y lo mucho que queda por restaurar. Pero también es una oportunidad para ver cómo Dios ha caminado con su pueblo en esta región tan peligrosa mientras luchan por vivir su fe.  

  

¿Cómo van a poder volver?  

El padre Zakaria era sacerdote de la iglesia siriaca ortodoxa de Mosul antes de la invasión del ISIS. Y conoce el dolor de la invasión de primera mano. En julio de 2014, Estado Islámico comenzó a poner carteles con una lista de nombres donde figuraban las personas que iban a «ser masacradas».  

«Mi nombre era el primero de la lista, junto con otros dos sacerdotes, porque también hicieron llamadas telefónicas y pidieron a los cristianos que se fueran», recuerda Zakaria entre lágrimas. «El ISIS puso el cartel en paredes y mezquitas».  

Ante esta grave amenaza se vio obligado a huir, junto con el resto de los creyentes de Mosul.  

Como muchos otros cristianos, el padre Zakaria no ha podido volver a su casa. «Tengo un hijo de 16 años. Me niego a volver a vivir allí porque temo por él. Puede que no le hagan daño físico, pero podrían discriminarle, acosarle verbalmente, y además no tendría amigos. Eso le haría sentirse solo y psicológicamente destrozado». 

Bushra* es una viuda de unos 40 años que también huyó de Mosul. «Cuando nos íbamos, el ISIS nos paró y nos quitó el poco dinero que teníamos, las llaves de casa y nuestros documentos oficiales (carnés de identidad) y nos dejó marchar», recuerda. Dejaron sus objetos de valor con los vecinos, pero estas pertenencias también desaparecieron, ya sea por el ISIS o por sus vecinos que vieron una oportunidad de aprovecharse de esta vulnerabilidad de los cristianos.  

Bushra cree que esta vulnerabilidad sigue existiendo, y es parte de la razón por la que no quiere volver a casa. «Se llevaron nuestras joyas y nuestro dinero; ¿cómo vamos a volver a vivir con ellos? Nos matarían. Vivir con ellos sería muy duro. Un musulmán compró nuestra casa, ya que los cristianos como yo tuvimos que vender nuestros hogares a musulmanes por un precio bajo». Bushra y su familia viven ahora en el Kurdistán, un lugar relativamente más seguro para los cristianos.  

El padre Zakaria comparte este sentimiento. «Sentimos que no hay seguridad en la ciudad. ¿Por qué? Porque nuestros propios vecinos nos han robado. Yo tengo una casa en Mosul y no solo yo, muchas familias. Cuando nos desplazaron en 2014, los vecinos entraron en mi casa y me robaron los muebles y el barril de aceite. ¿Cómo voy a volver a mi casa y llamar a la puerta de mi vecino y pedirle que me devuelva los muebles?».  

«Cuando nos íbamos, el ISIS nos paró y nos quitó el poco dinero que teníamos, las llaves de casa y nuestros documentos oficiales»

Bushra*, viuda cristiana que huyó de Mosul

  

Fortalecer lo que permanece 

La comunidad cristiana de Irak está en peligro de extinción. Antes del ISIS, se calcula que había unos 300 000 cristianos en Irak. Ahora, según los datos de la Lista Mundial de la Persecución de 2024, sólo quedan 154 000.  

Puertas Abiertas siempre ha tenido la misión de «fortalecer lo que queda». Esa es la visión que Dios dio al fundador de Puertas Abiertas, el Hermano Andrés, a partir de Apocalipsis 3:2. En Irak, esas palabras (y esa visión) se han puesto en práctica.  

Puertas Abiertas trabaja a través de colaboradores locales en Irak para fortalecer la Iglesia local. Gracias a tus oraciones y apoyos, ahora hay 150 Centros de Esperanza en Irak, iglesias locales que ofrecen servicios y apoyo a la comunidad cristiana. Estos centros ofrecen desde discipulado cristiano hasta atención postraumática, microcréditos y capacitación laboral.  

Los colaboradores de Puertas Abiertas también ayudaron a los que huyeron de Mosul, y desde entonces han estado caminando junto a creyentes como Bushra y el padre Zakaria. Puede que el ISIS haya desaparecido de los titulares, pero el trabajo de Puertas Abiertas en Irak continúa y continuará mientras quede un remanente.  

Por ahora, los cristianos de Irak siguen viviendo su fe, incluso entre el dolor. «Lo que presenciamos fue difícil», dice Bushra mientras se seca las lágrimas. «Pero alabado sea Dios por todo. Alabado sea el Señor. Hemos sufrido, pero ya ha pasado». 

El padre Zakaria se mantiene en contacto con los creyentes de Mosul y observa los esfuerzos por restaurar la comunidad. «Cuando se abra una iglesia, un creyente no dirá que la situación es como en los viejos tiempos de hace 600 u 800 años. Pero al menos ese edificio seguirá siendo una iglesia y lo conservaremos. Es un mensaje para la gente de la ciudad de que esta es nuestra iglesia y esta tierra es nuestra, y un día podríamos volver y celebrar cultos y tocar nuestras campanas».  

Mosul muestra el verdadero coste de la persecución contra los cristianos en Irak, el país número 16 más peligroso del mundo para seguir a Jesús en la actualidad. Y a veces puede parecer una situación desesperada. Pero mientras haya seguidores de Jesús que busquen ser sal y luz, las campanas en Mosul -y en todo el país- nunca callarán. 

150 €
Podrían proporcionar ayuda médica de emergencia, comida y refugio a cuatro creyentes.
DONA AHORA
Mantente al día
 Recibe las últimas noticias en tu móvil. Suscríbete a nuestro canal de Telegram.
SUBSCRÍBETE AHORA

ORA

Ora por los creyentes en Irak mientras reconstruyen y restauran sus iglesias, hogares y vidas después de ISIS.
Ora por todos los cristianos refugiados fuera del país, para que encuentren una comunidad cristiana fuerte allá donde estén y, si es la voluntad de Dios, algún día puedan volver a su hogar.
Ora por los ciudadanos iraquíes que discriminan a los cristianos y por los seguidores y militantes del ISIS, para que Dios toque sus corazones y así detengan toda persecución.

UNA ORACIÓN POR IRAK
 

Señor, gracias por fortalecer durante estos 10 años a los cristianos que permanecen en Irak o fuera del país. Te pido que les regales a ambos una comunidad cristiana que les fortalezca también y que les ayude a no sentirse solos. Restaura sus hogares y sus espíritus. Y si es tu voluntad, te pido que abras el camino para que los refugiados puedan volver a casa. Elimina toda violencia y persecución islámica hacia los cristianos en Irak, y restaura a este país que tanto ha sufrido, señor. En el nombre de Jesús, amén.