Historias 24 diciembre 2022

Del Ramadán a la Navidad

Layla, una joven creyente de trasfondo musulmán, conoció a Cristo por medio de una amiga.

 

 
Esta es la historia de la Navidad de una joven creyente de trasfondo musulmán: Layla, de Egipto, es parte de un programa que la ayuda a mantenerse conectada a otros creyentes.
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La Navidad es, para muchos, un momento crucial de comunión: nos reunimos con nuestros familiares, amigos y con los miembros de la iglesia para celebrar el nacimiento de Jesús. Pero ¿sabías que, para los cristianos de trasfondo musulmán, convertirse al cristianismo es algo que los separa del mundo que los rodea?

Esta desconexión puede causar una gran confusión a los jóvenes creyentes. Con tu apoyo, muchos niños cristianos asisten a un programa que los ayuda a sentirse conectados con la comunidad cristiana y da sentido a su identidad como creyentes. Esta es la historia de una de esas niñas: Layla, de Egipto.

Lo que los padres de Layla temían sucedió: la familia empezó a preocuparse porque algo no andaba «bien». Desde que el papá de Layla dejó de asistir a la mezquita, empezaron a sospechar y, si la familia comprobaba que los padres de Layla se habían convertido al cristianismo, los habrían matado.
 

  

«¿Es la fe cristiana la verdadera o debería volver al islam para no terminar en el infierno?»

Por eso, no tuvieron otra opción que huir repentinamente y asentarse en un pueblo lejos de todo lo que Layla había conocido hasta entonces

La pequeña Layla no entendía qué estaba sucediendo. Jesús todavía representaba un misterio para ella y todo lo que sabía era que ahora pertenecía a una familia que era «diferente». «Era el mes de ramadán cuando nos fuimos a vivir a otro pueblo y tuve que entrar en una nueva escuela», dijo Layla.

«Mis compañeros se reunieron para celebrar el final del ayuno de Ramadán y ver juntos la televisión, disfrutando los unos de los otros. Sin embargo, me excluyeron de sus reuniones, porque mi familia no participó en el Ramadán. En lugar de eso, mi familia celebró la Navidad en casa, pero no pude compartirlo con mis compañeros». 

Ora con Layla
  • Da gracias a Dios por el trabajo de los colaboradores locales con Layla y su familia.

  • Pide a Dios que Layla pueda seguir profundizando en la fe y descubriendo más de Jesús.

  • Ora para que el resto de la familia de Layla pueda escuchar el mensaje del Evangelio.
Una oración por Layla
Señor, te doy gracias porque Layla y su familia han podido conocerte de manera real, y te ruego que continúes guardando su fe y llenando sus corazones de esperanza. Te pido especialmente por Layla, para que pueda descubrir cuánto tú la amas. También oro para que el resto de su familia pueda escuchar el mensaje de esperanza del Evangelio. Amén.

Habiendo abandonado el islam, los padres de Layla ya no le permitían seguir sus mandatos y estrictas prácticas. «Mis amigos en la escuela me ridiculizaron una vez durante el recreo, cuando me vieron tomando agua durante el periodo de Ramadán. Me dolió su agresividad y el acoso verbal», dice Layla. «Además, uno de mis maestros me insultó frente a mis compañeros de clase y me intimidó para que me pusiera el velo. Los maestros decían que, si no lo usaba, iría al infierno». 

Layla estaba luchando en su interior con muchas preguntas: «¿Es la fe cristiana la verdadera o debería volver al islam para no terminar en el infierno?». Explica que «no sabía quién era, cuál era mi identidad, qué creencias debía aceptar y aplicar a mi vida; solo me sentía excluida y rechazada». 

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Los padres de Layla veían cómo su hija batallaba con la fe, pero no eran capaces de explicar sus nuevas creencias de manera comprensible para una niña. Layla se sentía sola, ya que no encontraba a nadie con quien hablar, lo que la llevó a sufrir una fuerte depresión e intentar suicidarse.

Fue en este momento cuando nuestros colaboradores locales encontraron a la familia de Layla. Mientras los padres de Layla empezaban un curso de discipulado que, entre otras cosas, les ayudó a explicarle a su hija la nueva fe de una manera más simple, Sally, una cristiana y colaboradora local, se acercó a Layla y se convirtió en la amiga cristiana que anhelaba y que le «dio una nueva esperanza». 

«Mis ojos se abrieron a la verdad y creí las palabras de Jesús cuando dijo que la verdad nos hace libres».

Después del campamento, Layla se unió a un grupo de discipulado para niños. «Finalmente, encontré mi comunidad», comparte Layla con una sonrisa en el rostro. «El grupo es un lugar seguro para estar, compartir e incluso mostrar mis debilidades sin sentir vergüenza». 

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Layla celebrará esta Navidad con alegría y agradecimiento. Con la ayuda del ministerio, aprendió a tocar el piano, que utiliza para acompañar las canciones en el pequeño grupo en casa al que acude con sus padres. Y, aunque Layla no puede compartir el gozo de la Navidad con sus compañeros en la escuela, ya no está sola: su amiga Sally la visita regularmente y también ha hecho nuevos amigos en el grupo de discipulado. 

Este ministerio se enfoca en servir a los de creyentes de trasfondo musulmán en El Cairo y el Alto Egipto a través de visitas pastorales, una escuela dominical semanal, grupos de discipulado y eventos que abarcan diferentes aspectos (espirituales, psicológicos y sociales) de sus vidas. Como resultado, los niños se desarrollan de manera saludable, espiritual, social y psicológicamente, durante su proceso de transformación.